domingo, 16 de enero de 2011

La gran mentira de la deuda española


La situación económica de España no es fácil en absoluto. El tema de la deuda Española se ha convertido en un auténtico quebradero de cabeza para la zona euro. Hemos pasado de cumplir el Pacto de Estabilidad, a incumplirlo estrepitosamente. Este endeudamiento dificulta la financiación de los sectores económicos que deben ocupar el enorme cráter dejado por el sector de la construcción al estallar su enorme burbuja. Así la realidad es que la emisión de deuda pública por parte del Tesoro se ha disparado.
Inicialmente esta enorme cantidad de deuda se ha podido colocar gracias a las enormes inyecciones de liquidez llevadas a cabo por el BCE al sistema bancario. Este sector es el que más se está beneficiando de esta crisis de deuda pues utiliza estas inyecciones para comprar deuda pública española y, con ello, ganar elevadas sumas de dinero. El sistema para hacerlo es muy simple: mientras el BCE inyecta enormes sumas de dinero a unos tipos muy bajos, la banca invierte este dinero (que  prácticamente le han "regalado") en bonos estatales a un tipo de interés mucho mayor.
Lo peor de esto es que esta deuda la pagamos entre todos, lo que implica que la banca española se está haciendo rica a costa del contribuyente. No es por lo tanto extraño que la banca española esté acudiendo masivamente a la financiación del BCE.
Por si esto fuera poco, el problema se agrava cuando observamos las consecuencias directas del excesivo endeudamiento del Estado. Es lo que conocemos como el efecto expulsión. Este efecto se produce cuando el estado aumenta su deuda enormemente, desplazando a las familias y a las empresas como destinatario de los créditos y préstamos. Así no es de extrañas que la crisis sea "más larga que un día sin pan", ya que las empresas no tienen recursos para invertir. No parece entonces extraño que las PYMES españolas sean las que más estén sufriendo la contracción crediticia.Viendo esto queda claro que el endeudamiento excesivo por parte del Estado es un error absoluto y aquí queda explicado el porque es necesario reducir el gasto estatal: para evitar el endeudamiento y fomentar el crédito a los ciudadanos.

El problema surgirá cuando el BCE "corte" las inyecciones de liquidez y haya que colocar la deuda en el mercado "puro y duro", sin falsos incentivos que inviten a la inversión.

Parece que a este problema nuestros políticos le han encontrado un parche temporal y han decidido que cerca del 88% de la inversión prevista del Fondo de Reserva de la Seguridad Social se destine a deuda pública española. Lo que deja las reservas de los pensionistas a la deriva de los vaivenes que la deuda sufre ya que la diversificación es casi nula.
La realidad es que esta mediada ha paliado, en gran medida, los problemas de colocación de la deuda española. Esperemos que el futuro nos demuestre que a un precio no demasiado alto; porque esto repercutiría en las pensiones de los jubilados que ya se están viendo bastante perjudicados. Y es que ya lo dice el refrán: "a perro flaco todo son pulgas".

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