sábado, 21 de julio de 2012

It's the economy, stupid!: Cómo salir de la crisis.


Hace tiempo publiqué un artículo sobre las Comunidades Autónomas. En el venía a criticar el despilfarro que suponía este sistema. Casi dos años después se ha demostrado que las autonomías están acabando con el bienestar de nuestro país. Un ejemplo es lo que ayer sucedió con Valencia, su situación de quiebra técnica ha elevado la prima de riesgo hasta los 610 puntos.

Personalmente siento una profunda impotencia cuando observo la errada política económica que nuestro Gobierno esta implementando.

It's the economy, stupid! fue uno de los pilares de la campaña electoral de Bill Clinton durante su primera campaña y fue la clave de su elección. Rajoy no debería olvidar que ha sido elegido gracias a su It's the economy, stupid! particular y como político liberal debería implementar medidas liberales (pues es lo que la ciudadanía espera).

Primera idea: El Gobierno se equivoca.

Las últimas medidas (recortes) tomadas por el gobierno son erróneos desde varios puntos de vista. La reducción de déficit es imprescindible pero no ha de hacerse vía ingresos, sino vía gastos. El ajuste vía ingresos, en primer, es incierto ya que es imposible prever los ingresos que tendrá el Estado. Pero es que, además, los cálculos se han realizado ceteribus paribus sin tener en cuenta que subir los impuestos disminuye el consumo e incrementa la economía sumergida.

Por lo tanto la única vía efectiva para atacar el déficit debe ser la reducción de gasto. Dicho esto continuamos con las medidas más adecuadas para nuestra economía.

jueves, 19 de julio de 2012

Hacia una Democracia ética y sostenible


Decía Paul Auster "Para aquellos que no tenemos creencias, la democracia es nuestra religión".

Este ha sido quizás el problema de los sistemas democráticos. Las filas políticas se han vaciado de gente con ideas e ideales gentes que, en ausencia de valores y creencias de todo tipo, hacían de la democracia su valor supremo. Esto implica que se justifica todo por (y con) la democracia y, como la democracia son los partidos, la máxima todo por la democracia (todo por la partitocracia) es por lo tanto la que ha primado.

Con esta brutal crisis que supuestamente ha creado el sistema económico los políticos se rasgan las vestiduras. Los de un lado dicen "no fue culpa nuestra, venía de fuera"; los del otro dicen "vaya pufo nos habéis dejado", pero tanto unos como otros declaran "menos mal que estamos aquí porque tenemos la solución al problema" (la tienen y no la aplican). En definitiva se acercan a nuestra oreja y nos susurran "somos imprescindibles", gastando para ello más esfuerzo que para resolver la "maldita crisis".