jueves, 30 de diciembre de 2010

¡Hágase la luz!

La energía es un elemento fundamental para el desarrollo económico y por ente para el bienestar. Esto es así porque el consumo de energía influye en la productividad del trabajo y si entendemos que a más productividad más salario, por analogía, a menor precio de la energía, más salario.

Como todos sabemos y, todos sufriremos en nuestros bolsillos (y no precisamente en un incremento igual al precio de un café), el Gobierno ha vuelto a subir el precio de la luz. El porqué de esta situación debemos buscarlo en el déficit de tarifa y el elevado coste de las energías renovables, especialmente la solar.


El concepto de déficit tarifario fue creado por el Partido Popular y básicamente es la diferencia entre el precio (regulado) que el consumidor paga  y, el precio que a las empresas energéticas les cuesta producir dicha energía. Si analizamos el gráfico de déficit de tarifa que aparece a continuación extraemos las siguientes conclusiones:


1. El déficit tarifario estuvo controlado hasta el año 2004, momento en que el déficit comenzó a incrementarse. 
2. Visto el gráfico podemos afirmar que el incremento del déficit tarifario parece coincidir con un incremento de los precios del petróleo; pero no podemos dejar de destacar una mala gestión.

Y recalco lo de la mala gestión porque el PSOE vino a financiar con este déficit tarifario las subvenciones a las energías renovables (también las ayudas al carbón) y la moratoria nuclear. La ventaja que presentaba este sistema era que los consumidores no percibían el coste de las renovables hasta pasados varios años.Yo entiendo esta postura ya que las energías renovables son extremadamente caras y extremadamente improductivas. Por esto se precisa de financiación estatal para emprender un proyecto de renovables: ¿Qué mejor para un político que dejar el pago de la factura al que llega detrás? Pues bien ahora la cosa se les ha ido de las manos y por esto el déficit tarifario ha de ser paliado. La forma de hacerlo es trasladar esos costes a la factura de los consumidores.

CONSECUENCIAS PARA LOS CONSUMIDORES

Aunque el propio ministro de industria llamó a la calma afirmando que la subida del precio de la luz equivalía per capita, en un hogar medio, al precio de un café; no podemos olvidar que la energía no sólo influye en el precio de la factura de la luz. Como antes hemos afirmado influye en los salarios, también en la producción de bienes pues estos se encarecen al incrementarse el coste de producción.

El presidente de la patronal eléctrica afirmaba recientemente que esta medida era más que necesaria. Yo sin embargo no puedo dejar de preguntarme si el precio de producir y transportar la electricidad es tan cara como se dice, cuando los beneficios de Endesa, Iberdrola, Gas Natural-Unión Fenosa y HC suspusieron en su conjunto unos 7.672 millones de euros en 2009.

SOLUCIONES

No son sencillas a corto plazo. A largo plazo se precisaría de un plan energético coherente y para ello sería necesario un pacto de estado. La solución más efectiva: derogar la moratoria nuclear y aceptar esta energía como fuente de abastecimiento principal.

Y dejarnos de hipocresías: primero porque son más contaminantes las centrales térmicas que las nucleares; en segundo lugar porque de esta moratoria sólo se beneficia Francia a quien compramos la mayor parte de la energía (nuclear, por cierto).

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