domingo, 24 de octubre de 2010

¿Es nuestro sistema realmente representativo?


La cuestión de la legitimidad política es algo que siempre esta en cuestión. Podemos estar de acuerdo en que la elecciones son necesarias para facilitar el acuerdo de los ciudadanos.  Ya que el uso de los referéndum sería en ocasiones muy caro y, en otras ocasiones, poco adecuado para resolver cuestiones técnicas; parece evidente que el sistema representativo es lo más adecuado. Pero ¿Es nuestro sistema representativo acorde con las decisiones que tomamos en las urnas?

La primera pregunta que deberíamos hacernos es qué es votar. Votar es un acto libre mediante el cual cedemos nuestras futuras decisiones a un representante que, supuestamente, ha de defender nuestros intereses. Entonces deberíamos analizar si la representación es acorde a la realidad, es decir, si soy representado por aquel a quien he votado. También podríamos preguntarnos si es acorde el poder de cada representante con el número de personas que le cede su capacidad decisoria (votos).

España se rige por la ley D'Hont, lo que significa que nuestro sistema no es totalmente proporcional. Pero la realidad es que si tuviésemos un sistema totalmente proporcional, sería un caos llegar a acuerdos (fijémonos en el ejemplo de Italia). Así podemos pasar por alto este pequeño detalle y centrarnos en el resto de características peculiares de nuestro sistema.


El problema en el sistema electoral español es que no todos los votos tienen el mismo peso. Es decir, aunque nuestro sistema electoral propugne la premisa un hombre un voto, este voto no vale igual para un madrileño que para un catalán, por ejemplo.

El motivo principal es el hecho de que la constitución establezca que la circunscripción sea provincial y, junto a esto, marque un mínimo de diputados/senadores mínimo por provincia. Esto implica que, proporcionalmente, el voto de una persona de Soria valga más que el de una de Madrid.

En segundo lugar la circunscripción provincial hace que los partidos que se presentan en una provincia tengan ventaja sobre los que se presentan sobre todo el territorio nacional (en términos globales de voto) veamos un ejemplo.

 
Elecciones generales españolas, 9 de marzo de 2008
Partido Votos % Dif. Escaños % Esc. Dif.
Partido Socialista Obrero Español (PSOE) 11.288.698 43,87 +1,28 169 48.29 +5
Partido Popular (PP) 10.277.809 39,94 +2,23 154 44.0 +6
Izquierda Unida (IU) 969.871 3,77 -1,19 2 0.57 -3
Convergència i Unió (CiU) 779.425 3,03 -0,20 10 2.86 =




Como vemos en esta tabla (extraída de wikipedia) CIU a pesar de tener uns 200.000 votos menos que IU, tiene 8 escaños más. Parece que en nuestro sistema representativo algo no funciona.

En cuanto a las soluciones, son complicadas, ya que hay muchos intereses políticos en juego (de nacionalistas principalmente). Probablemente una reforma del Senado podría ser un primer paso, la circunscripción central, tal vez, otro.

Hasta entonces mucho me temo que acudir a las urnas será utilizar unos minutos de nuestra libertad para encadenarnos 4 años más y, seguir aplaudiendo así, a un sistema que queda muy lejos de la auténtica democracia.

2 comentarios:

  1. Una vez mas impresionante Carlos.

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  2. Esta bien, has discurrido, pero.......
    " una vez mas impresionante?"
    Ese te conoce de algo....
    No será de la familia???
    Es broma!!!!

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