lunes, 27 de diciembre de 2010

Análisis político: El futuro del PSOE

Es innegable que Zapatero ha quemado sus últimos cartuchos. Ha perdido el apoyo de los sindicatos, de sus bases, de los Barones del partido (a los que en su mayoría se encargó de eliminar paulatinamente para afianzar su liderazgo y poder político)... 

De nada le sirvió ocultarse detrás de su ex-vicepresidenta en los momentos complicados (técnica recomendada por Maquiavelo en el Príncipe, por cierto); de nada le ha servido el cambio de Gobierno que trataba de lavar su maltrecha imagen; de nada su efectiva maquinaria propagandista. Zapatero es, a día de hoy, un hombre acabado que espera el fin de la legislatura, siendo consciente de que esta fecha marcará también el fin de su carrera política. La realidad es que Zapatero es un "cadáver político" y su partido lo sabe.

En vistas a la adversa situación su partido percibe como las elecciones se le escapan y la maniobras, de cara a las próximas generales, no paran de sucederse. La vieja guardia se coloca a la vanguardia del partido para sacarlo de la más que probable derrota que se avecina. La carta mejor guardada por el PSOE será sin duda el futuro candidato a la presidencia.


Las posibilidades son dos: La primera es que el PSOE de por perdidas las elecciones y opte por elegir un candidato de poco peso político, lo que suele denominarse carne de cañón. De este modo puede reservar sus mejores candidatos sin que sufran un desgaste político excesivo o sin que su liderazgo pueda ser puesto en duda. La segunda opción es la de colocar un candidato fuerte y carismático que movilice a los votantes socialistas y les devuelva la ilusión. Si lo hacen sin duda ganarán las elecciones pues la historia nos ha demostrado que por muy mal que lo haga un gobierno socialista siempre saldrá ganando en unas elecciones si la abstención no es muy elevada (el votante medio español es de centro izquierda, así se desprende de las Encuesta Social Europea (ver pág. 10)).

Mi opinión es que el único candidato que puede arrastrar al electorado socialista a las urnas es Rubalcaba. El partido quiere darle un papel protagonista y así ha quedado patente con la crisis de los controladores:

1. La crisis la anuncia Blanco, es algo lógico ya que es el Ministro competente. No obstante hay que darse cuenta de que el anunciar acontecimientos que generan malestar ciudadano, acarrea una visión negativa de quien las realiza.

2. La solución al problema la da el Consejo de Ministros. Rubalcaba, como Vicepresidente primero, actúa como portavoz. Pero mientras las declaraciones de Blanco se centran en el problema; Rubalcaba multiplica exponencialmente sus declaraciones sobre la gestión de la crisis y como se soluciona. La pregunta llegados a este punto es ¿Dónde está Zapatero?

La impresión que da es la siguiente: Rubalcaba ha sucedo al propio Presidente en su liderazgo y, por ende, tiene capacidad para sucederle en la Presidencia. Este incremento del protagonismo de Rubalcaba es lo que me induce a pensar que Rubalcaba será el próximo candidato presidencial.

Sólo él sabe si se presentará o no a las próximas elecciones. Lo innegable es que el futuro (al menos a corto plazo) del partido Socialista depende de un hombre llamado Alfredo Pérez Rubalcaba.

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