Como remedio para la crisis: destrocemos nuestro patrimonio

Aparecía hoy mismo una noticia en los medios de comunicación que me dejaba patidifuso. Parece ser que el gobierno ha decidido realizar una serie de reformas en el Valle de los Caídos como si del chalé del presidente se tratára. Por ejemplo: la bandera de España que se encuentra dibujada en los frescos de la cúpula de la basílica sobre piedra troquelada, está intentando ser borrada mediante la aplicación de un disolvente. (No es que el Valle de los Caídos me parezca algo bonito pero si es muy impresionante e, independientemente de lo que represente, es arte. Más al menos de lo que a veces se ve por el Reina Sofía)

En primer lugar, quiero manifestar mi malestar por lo que parece un intento de borrar nuestra Historia a golpe de disolvente. No olvidar, es importante para no caer de nuevo en lo mismo.

En segundo lugar desde un punto de vista artístico (vuelvo a alegar el argumento del Reina Sofía anterior), no puedo dejar de pensar a que clase de animal de bellota se le habrá ocurrido el destrozar un fresco de una basílica por estos medios. Como si no tuviésemos bastante cada vez que se produce un cambio de Gobierno y, nuestro fantástico palacio de la Moncloa, se ve invadido por multitud de decoradores llamados por la Primera Dama de turno. Su misión: el ornamentar los sillones con nuevos tapizados en tonos ocre que hagan juego con las recién pintadas paredes en tonos pastel. Ni que decir de los baños pues seguro que el alicatado debe cambiar cada semana en base a los caprichos de las ilustres posaderas de sus usuarios. ¡Vaya derroche!

Independientemente de lo que el Valle de los Caídos represente, es una obra de arte y como tal ha de respetarse, si no no habría arte. Pensemos  por ejemplo que hubiésemos derribado la Mezquita de Córdoba tras conquistar la ciudad a los musulmanes. Hoy día no gozaríamos de semejante maravilla. Esperemos que a ningún político le de ahora por eliminar las águilas de San Juan (iguales a la de la bandera que se ha borrado) que los Reyes Católicos mandaron pintar en los techos de la Aljafería.

Si realmente queremos hacer del Valle de los Caídos un símbolo de la reconciliación (que no entiendo como no ha llegado ya a estas alturas de la película) ¿Porqué no leer poesía de Lorca entre los frescos de la Basílica? ¡Que forma tan magnífica de acercar posturas!

Sinceramente este uso del arte (elemento de entendimiento y expresión) como herramienta política me parece totalmente insensato y más en los tiempos que corren ¡Cuanto más valdría empeñar nuestros esfuerzos en otros fines!